Los Signos Zodiacales son arquetipos que contienen las doce personalidades básicas del individuo. Cada uno tiene potencialidades luminosas y sombrías, dando la posibilidad de que ambas se expresen, todo depende del nivel de consciencia de la persona para poder identificarlas y trabajarlas. El Sol da la vuelta al zodíaco aproximadamente en un año. Cuando nacemos, este Sol va a estar posicionado en un Signo y nos va a dar nuestro Signo Zodiacal base: nuestra identidad, esencia y el camino a seguir para la evolución de nuestra alma. Para poder llegar a trabajar al Sol se necesitan de todos los demás componentes que se encuentran en nuestra Carta Natal. Los doce Signos Zodiacales juntos representan la totalidad de la experiencia humana, desde la niñez hasta la vejez: El viaje comienza con el Signo Aries que es “yo”, representa al bebé del zodíaco, por lo que son los inicios. En Tauro empieza a tener consciencia del espacio físico, lo que lo hace sentir seguro y los valores. En Géminis comienza a expresarse y comunicarse. El camino sigue por Cáncer que es la necesidad de hacer hogar y nutrirse emocionalmente, en dónde va a conseguir el impulso desde el Corazón y su poder creativo, que es Leo, y así tener la posibilidad de liderar. Virgo le da la capacidad de analizar, ordenar y poder servir a otros. Una vez vivida esta primera mitad, se tiene las herramientas para poder entrar en relación con el otro y conseguir el equilibrio que es Libra, en donde va experimentar la entrega profunda de Escorpio que va a hacer que se transforme, y así iniciar la etapa Sagitario que es la búsqueda de la verdad y el sentido. En Capricornio va a trazar las metas para estructurarse y crear una sociedad estable. Conseguir el bien de la totalidad lo representa Acuario, que a su vez, es el conocimiento global, para poder estar preparado para llegar a Piscis y lograr fundirse con la unidad. Cada Signo Zodiacal está regido por un Planeta y este, representa las diferentes energías y motivaciones de nuestra Carta.
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